Lo primero dar la enhorabuena a Vitoria por el logro conseguido.
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| Vitoria desde el humedal de Salburua |
Han sabido planificar la evolución de la ciudad desde dos vertientes que en un principio parecen contrapuestas: la rehabilitación de las zonas más antiguas (y no hablo de la "almendra mediaval") tanto urbanísticamente como constructivamente, y el crecimiento de la ciudad nueva. Todo ello desde la misma perspectiva: una planificación urbanística ordenada con unos objetivos bien marcados.
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| Configuración del anillo verde |
He de reconocer que soy un enamorado de Vitoria, mi ciudad de nacimiento y por tanto mi objetividad parece mermada, aunque hoy en día, cada vez que la visito me siento más como turista. Y es por esto, que en estos últimos diez años que vivo fuera he aprendido a valorar más los esfuerzos realizados por lograr estos objetivos: planificación urbanística, transportes urbanos (la inclusión del tranvía a su trama...), el cierre del anillo verde... todos ellos orientados a la elevar la calidad de vida de sus ciudadanos. Es agradable abrir la ventana, recién levantado, con legañas aún en los ojos, sentir cómo el cantar de los pájaros y el frescor de los jardines inunde tu habitación. Algo que eché en falta los primeros años en Valladolid.
Para mí, una ciudad siempre me ha recordado a un organismo vivo, del que los ciudadanos que la habitan siempre han tenido un peso fundamental, su alimento. Ayudemos a seguir alimentándola adecuadamente para que ésta siga creciendo tan sana como hasta ahora. La ciudad nos devolverá nuestros esfuerzos.
No dejen pasar la oportunidad de visitar la ciudad, no se arrepentirán.
Enlaces para visitar la ciudad virtualmente:
Javier Pérez, javiernet04@gmail.com
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