Cuando
el alumno pone un pie por primera vez en una escuela de arquitectura, una de
las primeras lecciones que aprende y que le acompañará durante todo su
aprendizaje -y de toda su vida profesional- es el tratado escrito por Marco
Vitruvio "De Architectura". De esta obra, por encima del
resto, se hace énfasis en lo que el autor define como "tres principios de
la arquitectura": Venustas, Firmitas
y Utilitas, esto es Belleza, Firmeza
y Utilidad. Dicho de otra forma: toda buena arquitectura debe ser un compendio
de funcionalidad, construcción y forma. Para el alumno que comienza a descubrir
el infinito universo de la arquitectura esta enseñanza es extremadamente fácil
de comprender y de asumir porque tiene una lógica aplastante -como la mayoría
de conceptos y premisas en que basaban tanto griegos como romanos sus
construcciones-.